Las detenciones en la epidemia

La llegada del coronavirus a nuestro territorio, y su lenta pero constante propagación, ha obligado a imponer normas y prevenciones sin precedentes. Una de ellas se trata del aislamiento social obligatorio, medida que restringe severamente la libertad de las personas a salir a la calle, salvo las excepciones legales. Este mandato rige por 15 días desde el pasado 17 de marzo y viene acompañado de un toque de queda comprendido entre las ocho de la noche y las cinco de la mañana.

Analizando la realidad de otras latitudes que sufren intensamente los embates del enemigo invisible denominado COVID-19, es posible afirmar que el aislamiento social en la fase temprana de la propagación del virus es una de las estrategias más efectivas para disminuir la propagación masiva y evitar el colapso sanitario.  Sin embargo, las cifras oficiales nos revelan que en algunas regiones y sectores de la población hay resistencia para el cumplimiento de la cuarentena o su acatamiento es parcial.

El virus es invisible, pero existe, enferma y puede acabar rápidamente con la vida. Es poco lo que se sabe de esta enfermedad, pero lo que si es seguro es que no se detiene. En plena cuarentena obligatoria, y pese al incansable mensaje desde el Gobierno y autoridades sanitarias, la comunidad continúa saliendo de su casa.

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La última cifra de detenidos que ha sido informada por parte de la policía de Perú asciende a 16.000 personas que han incumplido el aislamiento social obligatorio en la primera semana de vigencia de esta medida. Sin duda, este es un número alarmante que contrasta con la cantidad de infectados, que hasta la fecha se ubica en 416 personas. Este fenómeno ha hecho que el Ministro del Interior, Carlos Morán, advierta que las personas que no cumplen la cuarentena y violan la inmovilización social obligatoria por el COVID-19 están incurriendo en un delito de tipo penal y podrían recibir una condena de seis meses a tres años.

En medio de esta crisis sanitaria que indudablemente está impactando los estilos de vida de todos, especialmente de los más vulnerables produciendo un estremecimiento colectivo, es momento de retomar nuestros valores, este drama no se resuelve profundizando las diferencias sino las coincidencias esenciales, y en lo que ahora se debe coincidir es en hacer una pausa y acatar las órdenes de las autoridades, a largo plazo esto se vera reflejado en el éxito y superación de la crisis.

Súmate al esfuerzo por controlar esta emergencia sanitaria, el Perú está en nuestras manos, sigamos las recomendaciones de nuestro Gobierno, quédate en casa”

Escrito por: Abg. Jessica Navarro

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