El drama del coronavirus pone a prueba a Ecuador

Ninguna frontera ha podido detener el avance del nuevo coronavirus, enfermedad que surgió en la alejada ciudad china de Wuhan, siguió hasta Irán desde donde se dio paso hacia Europa y ha seguido expandiéndose sin descanso por Estados Unidos, India, África y Latinoamérica, donde hace apenas unas semanas empezamos a registrar los primeros fallecidos y contagios comunitarios, en igual magnitud avanza la imposición de medidas de aislamiento y cierre de fronteras de todos los gobiernos.

Para Ecuador nuestro país vecino, la pandemia presenta cifras alarmantes que crecen diariamente, los infectados se reprodujeron más de 26 veces en los siete días posteriores a la declaración del estado de emergencia, siendo Guayaquil (ciudad que concentra al 17% de la población ecuatoriana) la más afectada donde se reportan el 78% de los contagios, específicamente en la provincia de Guayas que es el epicentro de la pandemia. Julio López, viceministro de Gobernanza y Vigilancia de la Salud del Ministerio de Salud Pública, informó que las personas contagiadas con COVID-19 en Ecuador ya suman 2240 y 75 personas fallecidas (51 en Guayas).

Ecuador se ubica después de Brasil como el país con más casos confirmados en Latinoamérica, aunque proporcionalmente a su población de 17 millones de habitantes es el primero. Recientemente la Ministra de Gobierno, María Paula Romo, se pronunció acerca de las muertes que se han producido en las casas y señaló que por las medidas que rigen en Ecuador, como el estado de excepción que restringe la movilización, y el toque de queda, se ha dificultado el recoger cuerpos de personas que han fallecido en sus domicilios particulares, por lo que es difícil tener certeza del número total de decesos relacionados con esta enfermedad, En este contexto decenas de personas denuncian que sus familiares fallecidos yacen en sus casas, hospitales, e incluso en las calles ante la desidia de las autoridades. Además, la crisis por esta epidemia ha hecho que el funcionamiento de los servicios funerarios no sea el adecuado y que los costos estén muy por encima de lo normal.

Leer Más: Ministerio de defensa plantea protocolo de sanción para quienes agredan a policías y militares

Leer Más: Economías de Asia y el Pacífico serían las más afectadas

Ecuador ya enfrentaba una situación bastante difícil antes de la llegada del COVID-19 a su territorio. Pocos días antes de que se detectara el primer caso en el país, el gobierno de Lenin Moreno había comunicado la adopción de medidas que incluían el aumento de impuestos a la compra de vehículos, retención de una parte del sueldo de los empleados públicos y disminución en la inversión pública, con el propósito de reducir el déficit fiscal y poder cumplir con los compromisos acordados con el FMI el pasado año, luego del préstamo otorgado por 4.200 millones de dólares. En medio de la carrera por intentar reducir el déficit, el gobierno ecuatoriano se cruzó con la propagación del virus y la guerra de precios del petróleo. El pasado 23 de marzo, el riesgo de Ecuador, es decir, las probabilidades de que el país caiga en “default” superó al de Argentina y se ubicó en segundo lugar en Latinoamérica, solo superado por Venezuela.

Ante esta delicada y dolorosa situación que abate al Ecuador, son muchas las voces que se han alzado en el país hermano, unos en contra de la ciudanía por incumplir con las disposiciones gubernamentales, y otras señalando al gobierno como culpable de la tragedia. No es momento de politizar la crisis, en un clima de incertidumbre y confusión por lo que ocurre y lo que se viene es tiempo de seguir cumpliendo con las recomendaciones, en la medida en que se reduce el avance del brote y se alcanza el esperado regreso a la normalidad.

Súmate al esfuerzo por controlar esta emergencia sanitaria, el Perú está en nuestras manos, sigamos las recomendaciones de nuestro Gobierno, quédate en casa”

Escrito por: Abg. Jessica Navarro

Leave a Comment

Su dirección de correo no se hará público. Los campos requeridos están marcados *