De la actual pandemia que asola nuestro mundo no solo se desprenden problemas de salud, económicos, laborales y sociales, esta crisis también tiene distintas secuelas que impactan directamente sobre las emociones y los comportamientos individuales y sociales. Los expertos indican que se han visto agravados algunos trastornos de la salud mental de las personas; principalmente como resultado del miedo, que exacerba patologías de los que sufren de ansiedad u otro tipo de comportamientos como trastorno obsesivo-compulsivo.
El miedo puede entenderse como un estado emocional que surge por la percepción de un peligro o amenaza inminente. Psicológicamente se percibe como una reacción instintiva y preponderante, es decir, no se puede detener. La forma más evolucionada del miedo se conoce como ansiedad, que corresponde no a un riesgo presente, sino a una emoción proyectada hacia el futuro.
En medio de la crisis que paraliza el mundo y la alteración de la normalidad de los hábitos y rutinas, es natural que se produzcan mayores situaciones de estrés, vinculado a la pérdida del control y el enfrentamiento a una amenaza real que es el posible contagio. Las personas deben tomar medidas, no solo para cuidar su salud física y evitar la propagación del coronavirus; sino también para fortalecer la salud mental y saber gestionar el estrés que la situación podría generar.
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Al respecto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dado a conocer una lista de recomendaciones hecha por su Departamento de Salud Mental, con la intención de ayudar a las diferentes comunidades a cuidar su bienestar mental durante el brote del COVID-19. En este contexto es importante actuar con responsabilidad, tranquilidad y precisión, enfocar la atención en información proveniente de fuentes oficiales, expertas y certificadas para así reducir los riesgos de la desinformación. Es importante entender que la realidad de los seres humanos no se trata de la ausencia del miedo, sino de la responsabilidad y el compromiso que se debe asumir como miembros de la sociedad civilizada para enfrentarse a este dilema.
La crisis del coronavirus nos pone de manifiesto que no debemos descuidar las necesidades humanas. Es importante no perder el control, esto puede llevar a comportamientos peligrosos, para nosotros y quienes nos rodean. La solidaridad, unión y compromiso colectivo, nos permitirán acelerar lo más pronto posible la reconstrucción del tejido social.
Súmate al esfuerzo por controlar esta emergencia sanitaria, el Perú está en nuestras manos, sigamos las recomendaciones de nuestro Gobierno, quédate en casa”
Escrito por: Abg. Jessica Navarro