La reciente pandemia causada por el denominado COVID-19 evidentemente tiene al mundo en jaque. Luego de tres meses del primer caso detectado aún no se ha determinado cómo fue infectado el paciente cero.
Como ya todos sabemos, el punto de encuentro de los primeros casos se remonta a un mercado ubicado en la ciudad china de Wuhan (donde se registra el epicentro de esta pandemia ya declarada a nivel mundial) sin embargo, las investigaciones indican que el primer infectado no tenía vínculos con ese mercado.
Los primeros datos que aportaron información científica acerca de este padecimiento se dieron a conocer a mediados de enero de 2020, cuando se publicó la secuenciación del genoma completo del nuevo coronavirus a partir de una muestra de un paciente, desde entonces esto hizo plantear diversas interrogantes acerca de su origen. La teoría que ha ganado más fuerza es que el virus está, de alguna manera, vinculado al mercado, dado que dos tercios del primer grupo de personas infectadas tenían alguna relación con él, de los 41 primeros casos identificados con neumonía el 66% tuvo exposición directa con este mercado de Wuhan.
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A lo largo de los días se ha seguido avanzado en muchas explicaciones acerca de la fuente del coronavirus, diferentes expertos y analistas internacionales, así como muchos políticos alrededor del mundo también han sugerido que este contagioso virus, que ha dejado hasta la fecha una cifra global de decesos que supera las 5000 personas según los datos del Centro Europeo para el Control de Enfermedades, pudiera ser un arma biológica manufacturada en un laboratorio.
Así mismo, la teoría del escape de laboratorio ha sido una de las teorías de conspiración que más ha tenido tendencia, circulando en muchas redes sociales durante semanas, ganando considerable visibilidad en muchos territorios del mundo.
Las teorías del origen artificial de la pandemia, hasta ahora no cuentan con evidencia cierta. Sin duda es bastante delicado hablar de guerras o armas biológicas en un momento en que son incalculables los daños para la salud mental y económica, la crisis colectiva y el futuro respecto al comportamiento destructivo de la humanidad, esto crea más miedos, rumores y prejuicios que ponen en peligro la colaboración global en la lucha contra este virus.
Muchos investigadores médicos de renombre mundial han rechazado las afirmaciones de que la COVID-19 no tiene un origen natural y condenan fuertemente todas las teorías de conspiración relacionadas con ello como se observa en un comunicado emitido por la comunidad médica publicado en la revista “The Lancet”.
Hasta la fecha las interrogantes que surgen alrededor de este virus, que ataca a tantos países incluyendo al nuestro, no han podido ser contestadas del todo, pero es muy importante rescatar el esfuerzo histórico de millones de personas que se suman diariamente para contener esta enfermedad, muchas autoridades mundiales han conseguido detener el avance de los brotes, y aunque la situación es impredecible y queda mucho por estudiar y hacer para encontrar un tratamiento y determinar su origen, el llamado es a permanecer unidos y respetar todos los protocolos de emergencia.
Súmate al esfuerzo por controlar esta emergencia sanitaria, el Perú está en nuestras manos, sigamos las recomendaciones de nuestro Gobierno, quédate en casa”
Escrito por: Abg. Jessica Navarro