El día de hoy, muchos de los sectores de la economía en el mundo están siendo golpeados por los efectos negativos que ha traído consigo el coronavirus, una de las áreas más castigadas es el sector turístico, ello se debe principalmente a que esta porción, más que ninguna otra actividad económica con impacto social, se basa en la interacción entre las personas. Las restricciones que se han impuesto en la circulación e inmovilización social, así como el cierre de restaurantes, centros de ocio y alojamiento, entre otros vinculados, han sometido a gran presión a muchos pequeños y grandes empresarios.
Ante este panorama la Organización Mundial del Turismo (OMT) ha robustecido su colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS), para coordinar una respuesta al COVID-19 y su embate sobre este rubro. Al respecto la OMT ha solicitado acciones internacionales firmes y que el turismo sea incluido como prioridad en los futuros esfuerzos de recuperación económica.
Todos los expertos coinciden en afirmar que esta crisis sanitaria que ha traído la pandemia del coronavirus generará transformaciones significativas en la conducta general de las personas, y esos cambios, podrán ser trasladados a la forma en que tradicionalmente se practicaba el turismo en el mundo.
Si bien es cierto que en estas horas críticas nadie piensa en viajes y turismo, la irrupción de la pandemia ha puesto en alerta a esta industria, por el incremento en la cancelación de reservaciones y las pérdidas millonarias registradas al iniciarse la temporada de Semana Santa. Esta realidad según el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, por sus siglas en inglés) está arrojando un catastrófico “efecto dominó” que impacta a un gran número de proveedores en todo el mundo; a la vez que recuerda que las pymes son «especialmente vulnerables». Una de las incógnitas más difíciles de revelar es determinar cuándo se reactivará la actividad, debido a que cuanto más se prolongue la crisis y las restricciones más fuerte será el golpe que sufrirá el sector.
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En nuestro país el mercado turístico se ubica como el tercer sector generador de divisas, en el primer trimestre de este año de acuerdo a los datos de la Cámara Nacional de Turismo (CANATUR) se estima una pérdida de 300,000 empleos directos y 500,000 indirectos como resultado de la cancelación de viajes de turistas principalmente provenientes de China y Europa, el presidente de este organismo ha indicado además que la cancelación de los viajes de turistas en los meses comprendidos entre febrero y junio representarían una pérdida de aproximadamente US$ 550 millones.
Otro problema que se suma en el caso peruano es la informalidad, como ha informado el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), en nuestro país el 69% de las empresas del sector turístico son informales, y aumenta hasta un 89% en cuanto al ámbito hotelero del Cusco.
Aún es pronto para anticipar con certeza las secuelas y la profundidad del impacto que dejará esta crisis sobre el turismo. Es muy probable que después del coronavirus la industria turística tendrá una nueva cara, a fin de que se propicie a través de este motor económico un disfrute más sano y menos riesgoso en la movilización de personas, que incluya una transformación en el modelo operativo y empresarial. Además, las fórmulas de recuperación que se diseñen para esta área vulnerable deberán incluir un componente eficaz para combatir la informalidad, así como estrategias de flexibilidad para el cumplimiento de las obligaciones tributarias y financieras de los formales.
Súmate al esfuerzo por controlar esta emergencia sanitaria, el Perú está en nuestras manos, sigamos las recomendaciones de nuestro Gobierno, quédate en casa”
Escrito por: Abg. Jessica Navarro
