Estados Unidos se ha convertido en el epicentro de la pandemia, en pocas semanas las consecuencias del cierre de fábricas y negocios (medidas adoptadas para frenar la propagación del coronavirus), se han hecho notar en el mercado laboral, donde se observan cifras críticas en cuanto a reajustes se refiere. El Departamento de Trabajo informó la histórica cifra de 6,6 millones de solicitudes de prestaciones por desempleo, poniendo con ello fin a una racha histórica de una década de crecimiento en los puestos de trabajo. Sumando estos datos con los de las últimas dos semanas, se eleva a 10 millones de estadounidenses los que han solicitado el seguro, lo que indica que el seis por ciento de la población que laboraba ya no tiene un salario, esto supera con creces la expectativa de los analistas, que habían estimado un aproximado de 1.7 millones.
Los expertos consideran que, estas reclamaciones seguirán en alza para muchos estadounidenses vulnerables, quienes buscarán en los próximos días poder acogerse a los beneficios de los más de dos billones de dólares del paquete de estímulos aprobado por el Congreso y refrendado por el primer mandatario, que incluye la ampliación de la cobertura por desempleo, la transferencia directa de efectivo a los hogares y fondos multimillonarios para subsidiar a las pequeñas y medianas empresas.
La mayor economía del mundo sufre los daños colaterales del Coronavirus, los economistas han indicado que el auge del empleo más largo en la historia de Estados Unidos (que comenzó en octubre de 2010) llegó a su fin en marzo, así mismo, analistas del Bank of America han advertido que Estados Unidos podría ver «la recesión más profunda que jamás se haya registrado» y estiman que la tasa de desempleo pueda alcanzar un pico de más del 15%. Este pronóstico representa un cambio radical para el gigante del norte, donde la tasa de desempleo se posicionaba cercana al 3,5%.
Leer Más: Precio del balón de gas podría reducirse en más de 10%
Leer Más: Sudamérica solicitaría US$ 15,000 millones al BID
En Estados Unidos, el 70% de la economía depende del sector servicios, que ocupa a millones de trabajadores con condiciones laborales precarias. Entre ellos los sectores de hotelería y gastronomía han sido de los más golpeados a medida que se agrava la crisis causada por la epidemia de COVID-19.
Las actuales cifras del mercado laboral del Norte, están poniendo de manifiesto la acritud de la crisis en todo su esplendor, las medidas económicas tomadas por la administración del presidente Trump no se asemejan a la de otros países, en los que directamente se ha prohibido el despido, y se han extendido beneficios mucho más flexibles para proteger a los trabajadores y empresas en general mientras dure esta situación coyuntural, razón por las que los números son tan drásticos, además hay que considerar que las estadísticas laborales no reflejan el empleo informal ni a los millones de inmigrantes indocumentados que no pueden acceder al seguro de desempleo.
Las crecientes consecuencias económicas que se observan, no solo en el imperio norteamericano, sino en todos los territorios del mundo, señalan casi con certeza el inicio de una severa recesión, con altos niveles de desempleo que probablemente eclipsarán a antiguas crisis mundiales. Esta crisis pandémica ha sido un potente multiplicador de las asimetrías socioeconómicas de todos los sistemas, lecciones que sin duda servirán para el diseño de estrategias en el futuro próximo.
Súmate al esfuerzo por controlar esta emergencia sanitaria, el Perú está en nuestras manos, sigamos las recomendaciones de nuestro Gobierno, quédate en casa”
Escrito por: Abg. Jessica Navarro