La Cuarta Sala de Derecho Constitucional y Social Transitoria de la Corte Suprema de Justicia. ha delineado claramente las circunstancias que configuran un despido fraudulento, estableciendo así criterios para proteger los derechos de los trabajadores. El caso, resuelto a través de la Casación N° 1112-2019-La Libertad, destaca la importancia de prevenir prácticas abusivas por parte de los empleadores al momento de desvincular a un trabajador.
El despido fraudulento se presenta cuando, bajo la falsa pretensión de una falta grave, el empleador utiliza estrategias para despedir al trabajador sin causa justa, vulnerando así su derecho constitucional al trabajo.
Leer más: Demanda por daños y perjuicios: Requisitos que debes conocer
Leer más: Protección de datos y afiliación sindical
El argumento empleado por el empleador en este caso específico resulta ser un claro intento de distorsionar hechos sin relevancia jurídica, buscando dar la apariencia de un despido causal.
La sentencia destaca que, en los casos de despido fraudulento, la evaluación no debe centrarse en la justificación del despido, sino en determinar si realmente se configuró un despido lesivo del derecho al trabajo mediante prácticas fraudulentas.
El veredicto también subraya que los despidos fraudulentos comparten la característica de la ilegitimidad en la conducta del empleador. Ante la falta de una causa justa para el despido, se recurre a imputar hechos inexistentes, falsos o imaginarios. En algunos casos, se fabrican pruebas para dar la apariencia de un despido causal.
Se debe destacar la relación de esta decisión con la normativa vigente. El inciso c) del artículo 25 del Decreto Supremo N° 003-97-TR establece como falta grave la apropiación de bienes o servicios del empleador en beneficio propio. En el expediente N° 976-2001-AA/TC, el Tribunal Constitucional (TC) afirma que el despido fraudulento implica un ánimo perverso.
Este veredicto de la Sala Suprema refuerza la necesidad de resguardar la integridad laboral de los trabajadores y desincentivar prácticas desleales por parte de los empleadores.
La Sala Suprema, en su papel protector de los derechos fundamentales, reafirma su compromiso de prevenir el abuso laboral y garantizar que los despidos se lleven a cabo de forma justa y legal. En un contexto donde la estabilidad laboral es esencial, este veredicto marca un precedente en la defensa de los trabajadores frente a prácticas fraudulentas.
Escrito por Grupo Verona