Teniendo en cuenta las posibles dudas que pueden surgir en torno a la aceptación de obsequios por parte de clientes o proveedores en el sector privado, es preciso abordar ciertas cuestiones legales y éticas para evaluar la pertinencia de aceptar o no un regalo.
Si bien resulta obvio que en el sector público se necesite seguir cierto protocolo, en el sector privado también es importante mantener la ética personal y profesional dentro de las organizaciones.
Así, aunque el establecimiento de políticas internas sobre la aceptación y entrega de regalos es derecho de cada empresa, el factor común de estas políticas es garantizar la imparcialidad y protección de su reputación, así como evitar situaciones de conflictos de intereses y/o situaciones que puedan calificar como corrupción y soborno.
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Lo más importante al momento de establecer políticas internas, después de definir qué será considerado como un regalo aceptable para la organización, es fijar límites claros o directrices sobre el valor y la frecuencia de los regalos aceptables.
De acuerdo con Jorge Toyama, los principios generales para la aceptación de regalos que muchas empresas suelen aplicar son:
- Los regalos deben ser de valor simbólico y no deben influir en las decisiones comerciales.
- Los obsequios deben ser recibidos en el lugar de trabajo y no en domicilios particulares.
- Cualquier regalo recibido debe ser comunicado al órgano de compliance o a la gerencia para su aprobación o su devolución.
“Para evitar suspicacias, antes de recibir cualquier regalo de algún directivo o trabajador de una empresa con vínculos comerciales, es fundamental consultar la política interna de aceptación y entrega de regalos, el código de conducta o código de ética de la organización y, si es necesario o hay dudas, tener la aprobación de la gerencia”, acotó el experto.
Con información de El Peruano