En el mundo de la tributación, cada contribuyente merece una defensa sólida. La Administración Tributaria no es invulnerable, comete errores y, para proteger tus intereses, necesitas información y asesoramiento adecuados. Cuando la SUNAT llama a tu puerta, un abogado defensor es tu mejor aliado.
Su misión principal es asegurarse de que tu caso sea válido, identificando de inmediato las debilidades y errores del fisco para construir una defensa impenetrable. A menudo, no basta con mostrar un comprobante de pago o un libro contable; se requiere un conocimiento profundo del Derecho para argumentar tu posición y proteger tus derechos como contribuyente.
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La SUNAT, al igual que cualquier entidad, está compuesta por seres humanos, susceptibles a cometer errores. Por eso, tienes a tu disposición recursos legales, como el reclamo y la apelación en la vía administrativa (primera línea de defensa), y la queja o la demanda contencioso-administrativa ante el Poder Judicial (última instancia de protección).
Estos recursos garantizan tu derecho a la defensa. Además, al permitir a contribuyentes (tanto personas como empresas) llevar sus casos ante el Poder Judicial después de decisiones desfavorables de la SUNAT o el Tribunal Fiscal, la legislación busca fomentar un entorno de seguridad jurídica que atraiga inversiones. Cuando el fisco comete errores, el Poder Judicial restablece el orden, garantizando justicia y respeto por tus derechos tributarios.
En el contexto económico global actual, el respeto por los derechos tributarios y la seguridad jurídica son factores cruciales para los inversores. La cadena se forma: independencia judicial, seguridad legal, desarrollo empresarial y tributación equitativa, creando un ambiente propicio para el éxito financiero y empresarial.
Enfrenta la fiscalización con confianza, protege tus derechos y asegura tu futuro financiero. La SUNAT no siempre tiene la última palabra, y tus derechos tributarios merecen ser defendidos con determinación.
Escrito por: Grupo Verona