La mina detrás del 80% de inhaladores en el mundo, en riesgo por las restricciones frente al virus

El Ventolín, la marca comercial más conocida del medicamento utilizado para tratar crisis asmáticas, hunde sus raíces en el suelo árido de San Luis Potosí. Una mina ubicada en este Estado al norte de México concentra el 20% de las reservas mundiales de fluorita.

Lo que de inicio son unas rocas del tamaño de una bola de tenis, de color marrón rosado, se transforman en un gas esencial para fabricar los inhaladores que utilizan pacientes con enfermedades respiratorias, el grupo más vulnerable a la Covid-19. El 80% del total de estos aparatos, estima Orbia, la empresa propietaria de la mina, usa la fluorita que se produce allí.

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En plena crisis del coronavirus, el decreto del Gobierno mexicano que suspende todas las actividades “no esenciales” durante un mes ha sumido en la incertidumbre las operaciones de esta planta y amenaza con interrumpir de forma brusca la cadena de suministro global.

La mina de San Luis es una colina rocosa punteada por arbustos. Bajo tierra, tiene unos 15 kilómetros de túneles que se adentran hasta una profundidad de 360 metros. Es el punto de arranque. Allí, el personal hace estallar la roca y la transporta hasta una especie de trituradora que rompe la cosecha en pedazos de unos seis centímetros de diámetro. De las aproximadamente 6.000 toneladas de mineral que se extraen al día, una parte importante se envía a una planta en Matamoros, cerca de la frontera con Estados Unidos, para su conversión en ácido fluorhídrico.

La siguiente parada es otra fábrica en el Estado de Louisiana, en Estados Unidos, que transforma el material en gas refrigerante. De allí, se transporta a Reino Unido donde se purifica hasta alcanzar los estándares médicos. El producto acabado se vende entonces a los fabricantes de inhaladores de todo el mundo.

Las 8.000 toneladas de gas que produce la empresa anualmente son suficientes para 400 millones de inhaladores, según sus estimaciones. Su negocio de flúor reporta unas ventas de aproximadamente 800 millones de dólares al año. Los engranajes de esta compleja cadena multinacional están ahora en riesgo.

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Fuente: El País.

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