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En un mundo cada vez más interconectado, las empresas peruanas están expuestas a una serie de riesgos, tanto internos como externos. Estos riesgos pueden afectar a la continuidad de las operaciones, a la reputación de la empresa y, en última instancia, a su rentabilidad.

En Perú, la Ley N° 28551 establece la obligación de las organizaciones de elaborar un Plan de Contingencia. Este plan tiene como finalidad identificar oportunamente las potenciales amenazas presentes en el centro de trabajo y elaborar un plan de actuación que permita responder eficazmente a cada una de ellas.

Una planificación de contingencias adecuada es esencial para que las empresas peruanas puedan mitigar estos riesgos y minimizar su impacto. Una planificación de contingencias es un plan que define las acciones a tomar en caso de que se produzca un evento disruptivo. Este plan debe ser desarrollado teniendo en cuenta los riesgos específicos a los que está expuesta la empresa.

 

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Un plan de contingencia empresarial es un documento que contiene las medidas que se plantean a nivel estratégico, operativo, organizacional y de personal en caso de que se presente una situación de crisis que ponga en riesgo la continuidad de la compañía.

El objetivo de un plan de contingencia es minimizar el impacto negativo de un incidente sobre la empresa. Para ello, el plan debe identificar los riesgos potenciales a los que está expuesta la empresa y definir las medidas que se tomarían en caso de que se produzca un incidente.

Los planes de contingencia pueden clasificarse en dos tipos:

  1. Planes de contingencia generales: se centran en la respuesta a una amplia gama de incidentes, como desastres naturales, fallos tecnológicos o ataques cibernéticos.
  2. Planes de contingencia específicos: se centran en la respuesta a un incidente concreto, como un incendio en una fábrica o un corte de energía en una oficina.

El proceso de planificación de contingencias debe seguir los siguientes pasos:

Escrito por: Grupo Verona