Muchos contribuyentes con procesos de fiscalización por los ejercicios 2020 y 2021 están teniendo serios problemas porque no cuentan con la documentación requerida para sustentar sus operaciones, ¿por qué?
La mayoría de estos problemas ocurren por desorden o incumplimiento de las obligaciones formales tributarias, siendo consecuencia del desconocimiento de la normativa fiscal y la falta de diligencia en cuanto al respectivo control de sus operaciones.
Cabe recordar que la defensa del contribuyente se construye en base al sustento fehaciente de las operaciones realizadas, sustento tributario (o contable) y pruebas extracontables (contratos, órdenes de compra, bancarización, etc.); por ello es tan importante mantener un adecuado control y seguimiento de los pagos e ingresos realizados/percibidos.
Por ejemplo, Grupo Verona observó que muchas de las empresas fiscalizadas [por los ejercicios 2020 – 2021] que cambiaron de contador no llevaron a cabo la reconstrucción de su contabilidad (correspondiente a los meses de la pandemia) u olvidaron presentar el PLE y PLAME al realizar su declaración de renta en agosto (prorrogado ante el contexto de distanciamiento social).
¿Qué se puede hacer en esos casos? La solución es sencilla; lo primero es solicitar al contador actual los cargos de la declaración del Programa de Libros Electrónicos – PLE y la Planilla Mensual Electrónica – PLAME ante SUNAT, los cuales serán documentos que prueben el cumplimiento.
Además, se debe verificar la lista de trabajadores actuales y constatar el tipo de régimen al que están sujetos: planilla (quienes perciben rentas de quinta categoría) o mediante recibos por honorarios (rentas de cuarta categoría).
Un detalle a tener en cuenta es que toda colocación de trabajadores debe ser autorizada por el responsable de la empresa, sea el gerente general, director o directamente el empresario, puesto que varios de los problemas observados derivan de la descoordinación entre el área contable y el responsable de la empresa.