Asistencia para el crecimiento

Todos sabemos que iniciar un emprendimiento no es tan fácil como suena. Es necesario tener una idea bien estructurada y desarrollar un plan de negocio que especifique las estrategias a seguir para lograr el éxito. Se trata de una tarea algo difícil, que en ocasiones hace que los emprendedores desistan en el intento. Sin embargo, creemos que para todo existe una solución, en este caso hablamos de las incubadoras de negocio.

Son herramientas esenciales para aquellos negocios que necesitan un impulso para crecer. Su éxito es tan eficiente y rápido que su existencia se ha hecho muy popular en muchas partes del mundo, es decir, son centros encargado de estudiar a fondo la viabilidad del plan de negocios de un emprendimiento, facilitando elementos como: servicio de asesoría legal, ventas, equipamiento, espacio físico y en algunos casos, aportaciones de ese capital semilla necesario para dar el gran paso.

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La asistencia que brindan las incubadoras de negocio se divide en tres etapas:

  • Preincubación

Es el proceso que consiste en brindar asesoría al emprendedor para determinar los aspectos que puedan estar fallando.

  •  Incubación

Costa del tiempo en el que se analiza y da seguimiento a todo el proceso que conlleva la puesta en marcha del negocio.

  • Postincubación

Se basa en establecer las mejoras necesarias después del lanzamiento del emprendimiento.

El objetivo final de estas incubadoras de empresas es brindar apoyo a los emprendedores que tienen ideas de negocio brillantes, pero que no saben desarrollarlas a cabalidad. De hecho, este tipo de programa también crea negocios en conjunto, es decir, apoya la asociación de personas que tienen emprendimiento similares para que se establezcan como uno y su crecimiento sea más rápido.

En el Perú, la mayoría de estos programas han sido creados por universidades, pero también existen empresas como PQS de la Fundación Romero, Wayra que es una empresa internacional de emprendimientos digitales, NESS y Endeavor, por dar algunos ejemplos.

Esta fue una idea que nació en la Universidad de Stanford en los Estados Unidos, manteniéndose hasta la actualidad a la vanguardia con la creación de más de 1000 incubadoras en todo el país. Es un excelente elemento asistencial, porque una idea no es un negocio por sí sola, se necesita un plan bien estructurado para que funcione.

Escrito por: Lic. Claudia Bolívar 

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