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El margen de ganancia constituye la rentabilidad que se espera obtener de una transacción económica; es la diferencia entre el precio de venta de un bien o servicio y el costo, indica la rentabilidad de un producto o servicio, o del negocio en general. Preferiblemente se expresa como un porcentaje sobre el costo; mientras más alto sea el número, más rentable es el negocio.

Por sí mismo, este indicador es un aproximado del éxito de una empresa. Sin embargo, para determinar el estado real del negocio frente a su competencia es necesario compararlo con el mercado, es decir, el margen de ganancia de la industria.

Generalmente, un margen de ganancias neto del 10% se considera promedio; por debajo del 5%, bajo; en tanto, un 20% se considera bueno. No obstante, lo que se considera un buen margen de ganancias varía según la industria.

 

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Al momento de llevar a cabo cambios y ajustes en la estrategia de precios, tanto en un cambio de estrategia completo como en la determinación de promociones, descuentos o packs, se debe considerar la forma en que estos se mostrarán sobre tus resultados netos; por ello, al definir y seguir una estrategia para optimizar precios, no se puede dejar de lado los márgenes de beneficio que esperas obtener.

Vale decir que, para alcanzar la eficiencia de precios, se deben seleccionar los mejores precios para cada producto y/o servicio ofrecido; es, por tanto, un proceso que conlleva una serie de pasos dirigidos a mejorar la toma de decisiones, así como, optimizar todos los procesos relacionados con la fijación de precios.

¿Cómo alcanzar esta eficiencia de precios?

En principio, debes fijar y revisar los objetivos comerciales y de crecimiento de tu empresa o emprendimiento periódicamente. Además, es prudente recordar que tales objetivos no serán inamovibles, sino que cambiarán en base a las necesidades del negocio, de la situación del mercado y del marco socioeconómico; por tanto, repercutirán en tu estrategia de fijación de precios.

Por ejemplo, los objetivos fijados durante periodos de mayor estabilidad económica no serán los mismos a aquellos establecidos para afrontar periodos de alta inflación o recesión; entonces, los objetivos trazados en un momento favorable de la economía se corresponderán con precios que se ajusten para aprovechar la situación.

En segundo lugar, es importante evaluar los costes asumidos por la empresa. En este punto se debe recalcar que deberán incluirse en el análisis tanto los costes de producción como el gasto añadido que involucre completar todo tu proceso de venta (por ejemplo, la tercerización de la cadena logística), puesto que el margen de beneficio o ganancia está ligado tanto a la eficiencia de los costos como a la eficiencia del precio; una buena administración de estos costes se traduce en precios más competitivos, y estos, a su vez, en márgenes de ganancia óptimos.

Escrito por: Grupo Verona