Se discuten estrategias para incluir actividades económicas de las plataformas digitales en el sistema tributario.
Una de las discusiones que ha ganado especial relevancia en las conversaciones económicas actuales, es la de atribuir responsabilidad fiscal a las empresas extranjeras del entorno digital, que ofrecen contenidos de entretenimiento o conectan usuarios con servicios, es decir, proceder a cobrar impuestos a plataformas como Netflix, Spotify, Uber. La polémica surge principalmente por la necesidad de establecer un entorno de competencia más leal en diversos sectores de la economía.
La no imposición sobre la economía digital en países importadores de bienes y servicios digitales, tiende a generar desequilibrios presupuestarios, ya que a pesar de existir incremento del consumo de la población, ese aumento no produce ingresos fiscales para el Estado. Este hecho hace que la economía digital se convierta en un desafío que requiere cambiar las medidas tributarias existentes, ya que actualmente estas compañías están exentas de impuestos.
Según estimaciones del presidente del BCR, Julio Velarde estos servicios digitales tal como sucede en otros países deberían pagar impuestos, manifestando: “Es necesaria, si está realmente vendiendo en el país debería pagar las rentas que se quedan en el país, cómo diseñarlo es algo que deben hacer los especialistas”, señaló Velarde.
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En igual sentido, la Comisión de Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) ha presentado un informe donde recomienda a los países de la región gravar los servicios de estas plataformas, estimando que para el caso de Perú, gravando con IGV (18%) y un impuesto sobre los servicios digitales (3%) el Estado podría recaudar aproximadamente S/ 115 millones.
La polémica en cuanto a llevar a cabo esta medida, surge debido a que se trata de un impuesto que necesita ser bien estudiado, para evitar que el usuario final sea afectado al tener que absorber este impuesto.
Escrito por: Abg. Jessica Navarro