La polarización política de una sociedad es una variable que pondera en qué medida la opinión pública se divide en dos extremos opuestos. Tener estos indicadores en cuenta es importante debido a que, a mayor polarización, más difícil resulta alcanzar consenso entre grupos con sensibilidades e ideología diferentes, lo que impide adoptar reformas profundas que permitan que la sociedad avance. Es decir, una polarización elevada puede dar lugar a posiciones irreconciliables, lo que dificulta la posibilidad de alcanzar acuerdos.
Los países que carecen de consenso, donde la población está dividida, desconfía de los rivales políticos y no está dispuesta a ceder para llegar a acuerdos, son sociedades polarizadas, estas divisiones producen resultados negativos en toda una serie de ámbitos, desde una mayor inseguridad para las empresas hasta una mayor inestabilidad política, pobreza y desigualdad.
En el marco de la emergencia sanitaria mundial actual, la Fundación Carnegie Endowment for International Peace, ha realizado un análisis donde se incluyen 10 países donde ya existía una polarización política y social antes del brote de la pandemia o bien estaban en un momento incipiente, como India, Chile, Brasil, Polonia, Sri Lanka, Tailandia, Turquía y EE.UU.
La organización estadounidense afirma en la investigación que “En la mayoría de los casos, la pandemia ha amplificado los ya de por sí peligrosos efectos de la polarización, con serias consecuencias para la salud pública, la gobernanza democrática y la cohesión social”.
Esta fundación expone el caso de Chile como ejemplo de los pocos países donde el coronavirus “ha interrumpido la polarización y ha rebajado las divisiones en la esfera política”, aunque se hayan mantenido las tensiones sociales. Según sostiene el analista de este ente Andreas Feldmann, la pandemia “ha dado, inesperadamente, un respiro a una sociedad intranquila al aliviar la presión de las constantes protestas y ha proporcionado al Gobierno una valiosa oportunidad para recuperar la confianza de la población”.
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En cuanto a los otros países estudiados el coronavirus ha exacerbado la situación, especialmente en Brasil, Indonesia, Polonia, Sri Lanka, Turquía y Estados Unidos, donde “el liderazgo político divisor es el factor principal que intensifica la polarización”.
Esta realidad, se evidencia según manifiestan en la investigación debido a que “Los líderes nacionales no han respondido a la pandemia intentando superar las divisiones de largo recorrido, sino más bien duplicando su uso en la polarización como una estrategia central de gobernanza”.
La crisis del coronavirus, y las lamentables secuelas que dejará tras su paso, deben servir de lección, en vez de polarizar y radicalizar ideologías o intereses individuales, es importante centrar la atención de todos los grupos en el bien común, encontrar vías de encuentro, bases comunes para un plan de país que lleve a trabajar por él por encima de los conflictos, con sostenibilidad hacia el futuro, el respeto, la seguridad, la verdadera institucionalización y el desarrollo de un verdadero proyecto nacional son ideas claves para lo que vendrá en el futuro.
Súmate al esfuerzo por controlar esta emergencia sanitaria, el Perú está en nuestras manos, sigamos las recomendaciones de nuestro Gobierno, quédate en casa”
Escrito por: Abg: Jessica Navarro