La crisis global que estamos atravesando con el COVID-19, ha puesto a prueba a los Estados y al tejido empresarial en todo el mundo, una preparación adecuada puede ser clave para que los países puedan afrontar la emergencia.
Se ha puesto de manifiesto la urgente necesidad de dar respuesta de forma inmediata a las consecuencias económicas y sanitarias de la emergencia, en este sentido, la transformación digital y el uso de nuevas y más rápidas tecnologías han resuelto muchos de los problemas actuales.
Antes de la llegada de la pandemia, en las etapas tempranas de la digitalización, muchos países de economías desarrollados, y algunos cuantos, en proceso, comenzaron su viaje hacia la transformación digital, a través de la introducción de plataformas electrónicas en los procesos del gobierno, incluyendo la economía, la justicia, organización administrativa y civil, entre otros. En cuanto a las compras públicas, también se observó una transición, pasando del enfoque convencional que se basaba en el precio y licitaciones tradicionales, hacia la administración de procesos en forma digital, almacenando datos y transacciones a través de sistemas como el blockchain, y otros similares. Esto abrió una puerta hacia el proceso de digitalización, permitiendo operar e interactuar con información fuera de su propio ecosistema de datos. Como resultado de esto se descubrió, entre otras cosas que, las decisiones de negocio se gestionan de manera más inteligente, manejando contenidos más que meras transacciones.
Los expertos en varias investigaciones, incluyendo el BID, indican que en este contexto, el siguiente paso hacia la frontera digital está liderado por una revolución que transformará a las organizaciones y a la función de compras per se, creando valor a través del análisis de big data, para la mejor toma de decisiones, centrándose en incentivar la innovación y la integración de datos, lo que dará como resultado una significativa mejora en la experiencia de los usuarios y el desempeño de los proveedores, a la vez que se perfecciona la eficiencia y el control del gasto público, y se ofrecen mejores servicios.
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En el contexto actual, los Estados necesitan que la infraestructura del sistema de compras públicas funcione de forma eficiente y transparente. Una alternativa, propuesta por las grandes economías es la adopción de un sistema de compras que se base en los valores efectivamente practicados por el mercado, que se obtengan a través de la factura electrónica. Es decir, en lugar de seleccionar el mejor precio tomando en consideración los presupuestos y cotizaciones recibidas (que pueden presentar valores muy por encima del real); o, los valores presentados dentro de los proyectos de licitación pública, la adquisición tendrá como parámetro el valor que alcanza un determinado producto en función de la competencia del mercado (ley de la oferta y la demanda).
Este sistema, ya ha sido propuesto en la región, tal es el caso de Brasil, donde se ha planteado que, a través de la facturación electrónica, se haga un registro donde se indiquen los datos de las compras públicas, incluyendo características como su descripción, volumen, cantidad y precio, entre otra información, esta base de datos, especialmente en lo relacionado al precio, estará disponible en cada Estado, y servirá para que el comprador público pueda evaluar si las ofertas recibidas están dentro de los parámetros del mercado, pudiendo así definir los criterios de la compra. La metodología para implementar este proceso incluye la aplicación de parámetros estadísticos y el desarrollo de algoritmos que se basen en inteligencia artificial para la clasificación, identificación y parametrización de datos. A partir de los análisis iniciales de los datos del producto solicitado, se puede definir el cálculo del precio óptimo de referencia. Los valores calculados se validan a través de evaluación de consistencia estadística.
Los beneficios que dicen los investigadores que podrán obtenerse. además de ofrecer una mayor exactitud en la identificación de los precios más bajos, facilitará el ahorro de recursos que pueden ser aprovechados y redistribuidos más eficientemente en este tiempo difícil. Optar por esta alternativa además representa una significativa disminución del tiempo que se utiliza para realizar la investigación de mercado tradicional, promoviendo una mayor transparencia en la gestión de compras del mercado público.
Escrito por: Grupo Verona